Natillas de huevo sin lactosa — apto para SIBO

Introducción

¿Quién no recuerda las natillas de la abuela? Este postre tradicional puede disfrutarse incluso en una dieta para SIBO. Hemos adaptado la receta clásica eliminando la leche pero manteniendo la esencia cremosa y el sabor a canela que tanto nos gusta. Un postre reconfortante que te transportará a la infancia sin comprometer tu bienestar digestivo.

¿Por qué este postre ayuda con SIBO? — Beneficios

• Proteína de calidad: Los huevos son una excelente fuente de proteína fácil de digerir.
• Sin lactosa: Sustituimos la leche por agua, eliminando completamente la lactosa.
• Textura cremosa: La yema de huevo proporciona naturalmente la cremosidad característica.
• Aromas tradicionales: La canela en rama aporta el sabor clásico sin añadir FODMAPs.

Al evitar la leche y sus derivados, este postre resulta seguro para personas con SIBO, manteniendo el placer de un postre tradicional sin los desencadenantes digestivos.

Ingredientes (4 raciones)

• 4 yemas de huevo
• 2 claras de huevo
• 400 ml de agua
• 1 rama de canela
• Ralladura de ½ limón (solo la parte amarilla)
• Una pizca de sal

Preparación — Pasos (≈25 min + enfriado)

1. Preparar la infusión: En un cazo, calienta el agua con la rama de canela y la ralladura de limón. Cuando empiece a hervir, apaga el fuego, tapa y deja infusionar 10 minutos.
2. Batir las yemas: En un bol, bate las yemas y las claras con la pizca de sal hasta que espumen ligeramente.
3. Incorporar el líquido: Retira la canela y la ralladura del agua de infusión. Vierte el líquido caliente poco a poco sobre los huevos batidos, removiendo constantemente.
4. Cocer al baño María: Vierte la mezcla en cazuelitas individuales. Colócalas en una bandeja con agua caliente y hornea a 160°C durante 25-30 minutos, o hasta que al moverlas estén cuajadas pero temblorosas.
5. Enfriar y servir: Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera al menos 2 horas antes de servir.

Consejos prácticos y de tolerancia

• Temperatura controlada: Al añadir el agua caliente a los huevos, remueve rápido para que no se cuajen.
• Baño María: Es fundamental para una cocción suave y uniforme.
• Sin canela: Si no toleras la canela, puedes omitirla.
• Textura perfecta: Deben quedar cremosas, no compactas como un flan.

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